Nuestra harina blanca (cernida) de espelta tiene el certificado de agricultura ecológica del CAE y está hecha a partir de granos de Triticum aestivum ssp. spelta molidos con piedra.
Pese a ser una harina de poca fuerza (W 100), es una harina panificable que se puede usar sola o mezclada con otras harinas. Si haces pan únicamente con esta harina, conseguirás un color y sabor marcado a cereal.
Características de nuestra harina blanca de espelta
- Conserva el germen del trigo gracias al molido a piedra.
- Certificado de agricultura ecológica del CAAE
- Harina de poca fuerza, pero panificable.
- Color crema claro.
- Muy recomendable para hacer pan con masa madre.
- Al pan hecho con harina de espelta le convienen las fermentaciones cortas y amasados suaves.
- Mayor contenido en fibra soluble y ácidos grasos insaturados que el trigo.
- Contiene gluten, por lo que no es apta para celíacos.
¿Es más digestiva la harina de espelta que la de trigo?
No hay evidencias científicas de que esto sea así, aunque tenemos clientes que nos aseguran que los panes de espelta les resultan más fáciles de digerir que los de trigo.
Al margen de los estudios científicos, el hecho de que esta harina provenga de explotaciones pequeñas de cultivo ecológico, que el grano se muela a piedra y no con rodillo industrial de acero y que no se usen aditivos ayuda a obtener panes más digestivos que los hechos con harinas industriales.
Si no eres celíaco (la harina de espelta contiene gluten) pero el pan de trigo no te sienta bien, prueba a hacer pan de espelta y comprueba si lo digieres mejor.
Propiedades nutricionales
Nuestra harina blanca de espelta es rica en vitamina B1 y B6 y en fósforo y manganeso.
Si comparamos los niveles de vitaminas y minerales de esta harina con un plato de setas con jamón al ajillo (100g setas, 3 lonchas de jamón troceadas y dos dientes de ajo), dos rebanada de pan de harina blanca de espelta de 80 gramos cada una nos aportan 4 veces más vitamina E y un 23% más de magnesio que dicho plato.
A continuación presentamos una tabla con los porcentajes de consumo diario recomendado de los nutrientes más importantes de esta harina. Los datos han sido obtenidos en análisis realizados por los laboratorios Innoagral de la Universidad Pablo Olavide e interpretados por Ricardo Estevez, nutricionista perteneciente al Colegio Gallego de Dietistas-Nutricionistas y miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Puedes ver los resultados más detallados del análisis descargando este PDF.
| Nutriente |
% sobre CDR* por 100 g |
Beneficios y funciones |
| Vitamina B1 (tiamina) |
20,91 % |
Prevención de problemas neurológicos.
|
| Vitamina B6 |
18,57 % |
Ayuda a sintetizar vitamina B3. Regula los niveles de homocisteína, factor de riesgo daño cardiovascular. |
| Fósforo |
15,27 % |
Relacionado con el metabolismo energético, sobre todo en actividad física. Participa en eliminiación de desechos como la urea e interviene en la producción de vitamina D activa. |
| Zinc |
14,53 % |
Mantenimiento del sistema inmune. Función antioxidante (protege frente a radicales libres). Contribuye al correcto metabolismo de hidratos de carbono, grasas y proteínas. |
| Manganeso |
34,80 % |
Formación de cartílago y contribuye al buen funcionamiento de la coagulación. Función antioxidante. Forma parte de enzimas que participan en el metabolismo de grasas. |
* CDR: Cantidad diaria recomendada. Fuente: REGLAMENTO (UE) No
1169/2011 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 25 de octubre de 2011.
Consejos de uso
- Usa fermentaciones cortas
- Amasa con suavidad, ya que el gluten es más debil y se desgarra con facilidad. Cuando veas que en la superficie de la masa empiezan a aparecer roturas en forma de círculo, para, tapa, deja reposar unos minutos y vuelve a amasar.
- Usa un poco zumo de naranja para darle fuerza a la harina (esto es gracias a la vitamina C).
- Esta harina se comporta de fábula con la masa madre.
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